huyo como por instinto
del fracaso y procuro
no cometer cualquier
error, pero cuánto
me cuesta luego no
abrazar el tropiezo,
la sensación de estar
improvisando algo
que, por nimio que sea,
acabe con otra noche.
huyo como por instinto
del fracaso y procuro
no cometer cualquier
error, pero cuánto
me cuesta luego no
abrazar el tropiezo,
la sensación de estar
improvisando algo
que, por nimio que sea,
acabe con otra noche.
Abrazar los tropiezos e improvisar…buena fórmula de vida.
Me gustaLe gusta a 1 persona
a veces no nos queda otra 😀 un abrazo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ya llegará a México tu primer poemario, Marc, y correré a comprarlo. Poemas como el de esta entrada me han encantado. En el que ahora compartes, el sexto verso es perfecto: tropieza, y uno ha de aprender a seguir leyéndolo. Gran poema. Gracias.
Me gustaLe gusta a 1 persona
gracias a ti, por tus palabras y el cariño que se desprende de ellas! no tengo noticias de cuándo llegará a México «Que empiece la tarde»; en cualquier caso, si se demora, simplemente avísame, y lo arreglamos😊 un fuerte abrazo!!
Me gustaMe gusta